Efectivamente, ya se ha dado el salto. De la industria 4.0, hemos pasado a la 5.0. A la industria automóvil 5.0, también; así como en el ámbito de la industria de proveedores de componentes de automoción.
¿Y qué cambio supone este salto? El estadio 4.0 contemplaba la digitalización de la industria, que ha dado lugar a importantes avances como el IoT, internet de las cosas en sus siglas en inglés; el establecimiento de sinergias entre la inteligencia artificial y el big data; e incluso, el nacimiento de procesos basados en Business Inteligence. Gracias a todos estos avances dados por la digitalización han surgido nuevos modelos de toma de decisiones más inteligentes gracias a la aplicación de la tecnología digital, minimizando la intervención humana.
No obstante, la industria 5.0 vuelve a poner al capital humano en el centro del proceso, sin desterrar la aplicación de la tecnología, pero buscando un equilibrio entre los papeles que desempeñan la tecnología y los profesionales, complementándose, para que maximicen los beneficios del establecimiento de este ‘tándem’.
En el marco de esta industria automóvil 5.0, los proveedores de componentes de automoción ajustarán su producción al modelo 5.0, con fábricas donde personas y maquinaria trabajan de forma conjunta para que las decisiones adoptadas sean las más rentables en términos económicos.
De este modo, los roles de máquinas y personas se complementarán. Las primeras estarán más focalizadas en las tareas más repetitivas, mientras que las personas aportarán visión estratégica y creatividad. Todo ello, dentro de un marco de cumplimiento de políticas orientadas a la sostenibilidad.
Para la Comisión Europea, la industria 5.0 viene a ser la revolución industrial de las personas. Según la institución comunitaria, la investigación y la innovación impulsarán una transición hacia una industria europea sostenible, resiliente y con foco en las personas. Ya no se buscará solo el valor para el accionista, sino para todas las partes implicadas.
Centrándonos en la industria automóvil 5.0, más concretamente en el ámbito de los proveedores de componentes de automoción, el camino a seguir debe estar guiado por la innovación.
Según un análisis de la Comisión Europea, la industria de automoción de la Unión Europea es muy competitiva, pero el contexto de economía globalizada en el que nos movemos es cada vez más complejo, dado lo cambiante que es el panorama geopolítico. “Es eficiente y rentable, pero vulnerable a los altibajos en las cadenas de valor largas”, señalan.
Así, subrayan que solo que a través de la innovación en automoción, La industria automovilística europea puede mejorar su eficiencia en diferentes puntos de la cadena de valor, aumentar la flexibilidad de sus sistemas de producción para satisfacer las demandas rápidamente cambiantes del consumidor de una economía globalizada, así como seguir siendo un referente mundial de calidad.
Una innovación, señalan, que, ante todo, debe regirse por el criterio de responsabilidad, no centrada en maximizar beneficio económico, sino en proporcionar ese beneficio y otros a todos los agentes implicados, desde inversores a empleados, pasando por clientes, sociedad y medioambiente.
Con todo ello, desde Sernauto, entidad a la que pertenece la plataforma Autoparts from Spain, la industria automóvil 5.0 estará marcada por:
Por nuestra parte, las compañías que forman Autoparts from Spain ya están trabajando para orientarse hacia este nuevo modelo de industria automóvil 5.0, que consideramos el más adecuado, dado el trabajo conjunto que plantea entre tecnología y capital humano, que en la industria española de componentes de automoción destaca por su elevada cualificación. En nuestra opinión, el tándem que plantea esta quinta revolución industrial es el paradigma idóneo tanto para los proveedores de componentes de automoción, como para la industria automovilística y el entorno industrial en sentido general.
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