La automoción juega un papel estratégico en la economía de muchos países. Concretamente, en España, representa el 10% del Producto Interior Bruto y tiene un elevado efecto tractor, desde el diseño y fabricación de piezas y ensamblaje de vehículos hasta su comercialización y reparación, con importantes sinergias con otros sectores.
La industria española de componentes de automoción está presente en más de 170 países, en los cinco continentes, y exporta más del 58% de su facturación. En este marco, el sector de equipos y componentes, en su conjunto, tiene un peso fundamental en la cadena de valor del vehículo, contribuyendo en torno al 75 % del total del mismo, porcentaje que irá en aumento ya que los componentes cada vez son más sofisticados tecnológicamente hablando.
Del 16 al 22 de septiembre se ha celebrado la “European Mobility Week”. Este año, bajo el lema ‘Zero-emission mobility for all’, los participantes buscaban reflejar los ambiciosos objetivos de un continente neutro en carbono para 2050, tal y como lo expuso la Presidenta de la Comisión Europea durante la presentación del Acuerdo Verde Europeo.
La digitalización forma parte del ADN de los proveedores españoles de automoción desde siempre. Cada año el sector invierten en I+D+i más del 4% de su facturación, 1.458 millones de euros el año pasado, lo que le posiciona como un país de referencia dentro del contexto mundial.